26 Mar Diario de viaje 12: Managua – León
22-3-2016
Nos levantamos un día más con el cantar de los pájaros…., entre palmeras y árboles en flor. Nicaragua es tierra tropical y la naturaleza es la gran protagonista de este país. El colegio de la Pureza en carretera Masaya está rodeado de bellos jardines que son representativos de esta linda tierra.
Como ya es costumbre nos unimos a las hermanas en su rezo de laudes y encomendamos al Señor y a la Virgen este nuevo día, a fin de que ellos sean quienes dirijan nuestras palabras y acciones con quienes vamos a compartir nuestra jornada. Después desayunamos con la comunidad y tomamos el arroz con los típicos frijoles, plato muy enérgico para empezar el dia.
Y a las nueve de la mañana ya están convocados los miembros de MFA de este colegio. Vienen 4 familias con sus niños y comparten, junto con la hermana Victoria, sus experiencias como grupo y su interés en ir creciendo e ir identificándose con el movimiento. La Hna. Magdalena cuida en esta ocasion de los niños depués de la oracion inicial. Como ya venimos experimentando , hay muchas ganas de crecer en la fe en familia. Les proponemos que aprovechen las reuniones de padres de primera comunión y confirmación para presentarse como grupo de laicos, e invitarles a compartir la preparación a los sacramentos de sus hijos en MFA.
A media sesión celebramos la eucaristia con el padre Moisés, que ya estuvo con nosotros en Colombia. Él es nicaraguense y ha venido de vacaciones a su tierra. La celebramos en la capilla grande y se unen a la acción de gracias las hermanas de la comunidad y las hermanas de los equipos pedagógico y pastoral de América. La luz que se filtra a través de los vitrales ilumina la casa del Señor y la llena de una luz especial que invita a abrir el corazón a Dios. Aunque no somos muchos, se cuidan todos los detalles y las lecturas, peticiones y ofrendas corren a cargo de MFA.
Al terminar, todavía tenemos un ratito más donde compartimos experiencias, y ya se nombran al coordinador, la secretaria y la tesorera. Felicidades al nuevo grupo de MFA. Tomamos ‘una merienda’ y ya nos despedimos de ellos hasta el día siguiente. Por supuesto se quedan también con vuestros mensajes y vuestros correos.
Sin demorar un instante, ya nos esperan para salir de nuevo. Esta vez nos acompaña la H. Carol Boniche y nos despedimos de las otras hermanas hasta el viernes santo. Nos quedan unos 100 kilómetros de carretera para conocer el país , su geografía y su modus vivendi. Sorprende el contraste entre la frondosidad de los árboles tropicales con la sequía que es evidente en los campos de color amarillo. Nos cuentan que semana santa es la época más calurosa del año y lo corroboramos, pues estos días llegamos a los 38 grados. Nos detenemos en un pequeño mirador para contemplar una cadena de volcanes: el Momotombo, que hace poco despertó y el Momotombito. Es una vista espectacular y nos cuentan cómo los nicaraguenses se sienten orgullosos de su tierra viva, caliente, aunque, a veces, les asuste con sus temblores, humaredas y erupciones.
Llegamos al colegio de León Providencia que está situado en un barrio humilde de esta ciudad. Nos reciben las hermanas de la comunidad para almorzar con ellas. Son las hermanas Miriam, Ana, Consuelo, Claudia y Patricia. Nos han preparado un arroz con pollo y camarones delicioso acompañado de una generosa ensalada, y de postre, unos pastelitos exquisitos. Y agradecemos las bebidas refrescantes que nos hidratan y quitan la sed. Nunca habíamos bebido tanta cantida de agua y jugos, pero aquí es vital. El cuerpo te lo pide y lo necesita.
A las cuatro nos esperan en el colegio de León Poneloya los grupos de los dos colegios que han empezado a reunirse como Familia Albertiana. Una vez más, nos presentamos todos y compartimos experiencias. Nos acompañan niños y adultos, profesores y personal del colegio y están todos con el deseo de conocer más a Madre Alberta y al movimiento.
El grupo de Providencia, animados por la H. Ana, nos cuentan que empezaron con el apostolado de proclamadores de la palabra y el proyecto Libertad, donde visitan los reos, los apadrinan y les llevan comidas y elmentos de aseo. Les animamos a seguir con este compromiso apostólico y que , como grupo, también se puedan sentir Familia Albertiana.
Acabamos la reunión con una muestra de la «griteria», una devoción muy popular a la Inmaculada Concepción de María, la patrona de León. Son cantos y alabanzas a la Virgen que muestran el amor a la Madre de Dios y le piden su constante protección, especialmente, del Cerro Negro, el volcán más cercano. Y nos despedimos comiendo unos dulces típicos hasta el día siguiente. Estamos un poco expectantes e ilusionados: asistiremos al primer Encuentro nacional de MFA en América y al I Encuentro internacional.!!!
El día va terminando, a las seis ya oscurece. Nos queda saludar a la comunidad de hermanas , con las que compartimos la oración de vísperas y la estupenda cena preparada por la Hna. Norma.! Tendríais que ver cómo se mueve en la cocina en su silla de ruedas!!! La sobremesas siempre nos traen algo nuevo que descubrir mientras explicamos el intenso día a las hermanas. Nos sentimos como en casa y ,aunque les agradecemos su hospitalidad, ellas siempre nos ganan en gratitud!!!
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