Oración “Los tiempos del Señor”.

 Comenzamos la oración viendo este vídeo:

https://youtu.be/_wFMp2fiMYc?si=JbDihcbYkPUbh3Mb

Aquí está la letra:

Tiempo – Ciento Ochenta Grados.

Tiempo de reír, tiempo de llorar, tiempo de triunfar y de fracasar, tiempo de quererte y que te quieran, de quedarte dentro o de venirte fuera.

Tiempo de subir a las alturas, tiempo de buscar en la basura. Tiempo de morir, tiempo de matar, tiempo de agarrar tiempo de soltar.

De volver atrás, convertirse en sal, de apretar los dientes, de mirar atrás, de volverse fuerte, de gritar al mar, de vaciar las manos, de ganarse el pan.

Tiempo de morder, tiempo de soltar. Tiempo de plantar, tiempo de arrasar. Tiempo de aguantar, tiempo de explotar. Tiempo de guardar, tiempo de tirar.

Tiempo de arrancar, tiempo de plantar, tiempo de rasgar, tiempo de curar, tiempo de rezar y de blasfemar, tiempo de gritar, tiempo de callar.

Tiempo de comer, tiempo de ayunar, tiempo de partir y de regresar. Tiempo de abrasar y de congelar. Tiempo de engañar y decir verdad.

De mirar al suelo, tiempo de escuchar, de tocar el cielo, tiempo de opinar. Tiempo de ser niño, y de ser mayor. Tiempo para ti, tiempo de los dos.

De volver atrás, convertirse en sal, de apretar los dientes, de mirar atrás, de volverse fuerte, de gritar al mar, de vaciar las manos, de ganarse el pan.

Tiempo de morder, tiempo de soltar, tiempo de plantar, tiempo de arrasar, tiempo de aguantar, tiempo de explotar, tiempo de guardar, tiempo de tirar.

De tocar el cielo al decir te quiero, de ser nieto, hijo, padre o abuelo, de vivir borracho, de volverse abstemio, de soltar amarras o de echar el freno.

Tiempo para mí y para los demás, y si soy ladrón pude ser legal. Tiempo de saltar, tiempo de parar, tiempo de cantar, tiempo de buscar.

Tiempo, tiempo, tiempo mucho, tiempo más. Cada cual sabrá en que tiempo está. Tiempo de actuar tiempo de observar. En el tiempo está toda la verdad.

Reflexión

En esta canción está basada en el Eclesiastés (3, 1-13): “Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado…”.

La canción nos recuerda que la vida es un tejido de contrastes, de luces y sombras, de risas y lágrimas, de victorias y derrotas, y muchas veces no somos capaces de entender por qué nos toca vivir ese momento concreto.

* El tiempo como don de Dios: Cada instante de nuestra vida, incluso los que parecen oscuros o contradictorios, son un regalo que nos invita a crecer. No hay tiempo perdido si lo vivimos con conciencia y apertura al amor.

* Los contrastes nos forman: Reír y llorar, plantar y arrancar, callar y gritar… todo ello nos moldea. El corazón humano se fortalece cuando acepta que no siempre controlamos las estaciones de la vida, pero sí podemos vivirlas con fe y esperanza.

* El tiempo de Dios es distinto al nuestro: Mientras nosotros sentimos la prisa o la lentitud, Dios ve el conjunto. En cada etapa, incluso en la fragilidad, Él nos acompaña y nos enseña que detrás de cada “fracaso” puede haber una semilla de redención. Porque los Tiempos de Dios son Perfectos.

* La verdad está en el tiempo: La canción concluye diciendo que “en el tiempo está toda la verdad”. Como cristianos, sabemos que esa verdad se revela plenamente en Cristo, que asumió todos nuestros tiempos: el tiempo de la infancia, el tiempo del trabajo, el tiempo del dolor y el tiempo de la resurrección.

Esta letra nos invita a vivir cada tiempo con fe, sin huir de lo difícil ni aferrarnos demasiado a lo fácil. El tiempo de reír y el tiempo de llorar son igualmente santos si los vivimos en comunión con Dios y con los demás. Solo de nosotros depende cómo enfrentar el tiempo que nos toca vivir, pero como dijo M. Alberta, “Con la protección de la Virgen, todo resultará bien”.

Oración final

Señor, enséñame a reconocer el tiempo que me toca vivir.

Que no me aferre al pasado ni tema al futuro,

sino que descubra tu presencia en cada instante.

Hazme paciente en la espera, fuerte en la prueba,

agradecido en la alegría y fiel en el amor.

Amén.

Novena a Madre Alberta

Señor y Dios nuestro, que nos diste a Madre Alberta

como ejemplo de amor y servicio a la Iglesia;

concédenos que sea reconocida

su santidad y danos,

por su intercesión,

la gracia que confiadamente te pedimos.

Amén.

Padre nuestro. Ave María. Gloria.