17 Oct Oración del 19 de octubre
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón,
mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Madre de la Pureza, te damos gracias por integrarnos en esta gran familia que no sabe de distancias. Gracias por el ejemplo de Madre Alberta, confiándose a ti supo engrandecer lo cotidiano con el amor en el servicio y es nuestro referente de entrega generosa y de abandono en las manos de tu hijo.
Tú que nos muestras con paciencia de madre el camino para llegar a Jesús, haz que no olvidemos tu mirada dulce y acogedora. Sé siempre nuestro modelo, para que como tú, estemos disponibles a la voluntad del Señor y sepamos darnos a los demás con humildad y alegría.
AMÉN
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