09 Ene Oración del 11 de enero
El domingo pasado hemos celebrado la fiesta del Bautismo de Jesús. Con el Bautismo comienza el camino de Jesús, un camino que luego se convertirá en el itinerario de todo cristiano.
Comenzamos este año 2017 preguntándonos sobre nuestro compromiso bautismal. Nadie tiene un libro con la historia de su vida, por lo que cada uno de nosotros tenemos que aprender a escribir nuestra propia historia. Una historia donde se reflejan los dones que hemos recibido, donde podamos vivirnos como hijos de Dios Padre, donde demos testimonio de la unción del Espíritu que hemos recibido.
El Bautismo de Jesús: la humildad que descubre la justicia
“Llega Jesús y es bautizado por Juan: el Señor recibe el bautismo de manos de su siervo, a fin de darnos ejemplo de humildad, porque la humildad es la plenitud de la justicia…: Yo soy quien debe ser bautizado por ti, respondió: Deja esto ahora, para que se cumpla toda justicia (Mt. 2, 14-15)” SAN AGUSTÍN
El Bautismo nos hace discípulos enviados a evangelizar.
En virtud del Bautismo nos convertimos en discípulos misioneros, llamados a llevar el evangelio al mundo (cf. Exhort. Ap. Evangelii gaudium 120). “Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador… La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo” de todos, de todo el pueblo de Dios, un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados. El Pueblo de Dios es un Pueblo discípulo –porque recibe la fe- y misionero –porque transmite la fe-. Y esto hace el bautismo en nosotros: nos dona la Gracia y transmite la fe. Todos en la Iglesia somos discípulos, y lo somos siempre, para toda la vida; y todos somos misioneros, cada uno en el sitio que el Señor le ha asignado. […] Todos nosotros somos discípulos y misioneros. FRANCISCO
Examen del día
1. La actitud de Jesús ante el bautismo en el Jordán es esencialmente de humildad y de identificación con los últimos:
- ¿Cómo cultivo la humildad como miembro de mi comunidad MFA?
- ¿Y en medio de mi propia familia?
- ¿Vivo con austeridad y humildad en mi vida personal?
- ¿Ayudamos (como MFA, como familia, a nivel personal) a los más desfavorecidos?
2. El bautismo nos une en una misma familia (MFA, la comunidad cristiana a la que pertenezco…la Iglesia):
- ¿Cómo vivo mi relación con MFA?
- ¿Favorezco los lazos de unión en el seno de mi comunidad?
- Vivo en solitario, prescindiendo de mi pertenencia a la Iglesia, y a MFA?
- ¿Evangelizo con alegría para acrecentar el número de los nacidos por el bautismo a la Iglesia, los nuevos miembros de MFA?
- ¿Contagio la alegría de ser cristiano en mi comunidad MFA?
Oración
Hoy nos acercamos a Ti, Señor para darte gracias por nuestro Bautismo, porque nos haces hijos de Dios y hermanos entre nosotros. Gracias porque en muchas ocasiones nos cuesta ver todo lo bueno que nos regalas, tantos dones que pones a nuestro lado para hacerlos crecer. Gracias por el don de la fe recibido el día de mi Bautismo. Gracias por estar siempre ahí, por escucharme, comprenderme y darme una palabra de ánimo. Gracias por hacerme descubrir los tesoros que estaban guardados en mi interior, y me han hecho reconocerme como persona llena de posibilidades. Gracias Señor, sobre todo por la fe que me has dado en Ti y en los hombres; por esa fe que tú nunca dejas de fortalecer y de animarme a caminar en el sendero de la luz y de la verdad. Gracias por fiarte de mí y hacerme tu discípulo y tu misionero, llamándome a transmitir con alegría y humildad tu Evangelio de Salvación. Que mis labios Señor, no dejen de pronunciar ni de agradecer tu Presencia en mi vida. Gracias Señor Jesús. Toma mi ofrecimiento y haz de mí lo que Tú quieras.
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