Celebración del Compromiso MFA con Eucaristía (Barcelona, 2012)
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Documento en Word 

CELEBRACIÓN DEL COMPROMISO

(Dentro de la Eucaristía)

Canto de entrada 

Antífona de entrada 

Dichosa eres, Virgen María, que llevaste en tu seno al autor del universo, engendraste al que te creó y permaneces Virgen para siempre.

Monición de entrada:

Hoy nos reunimos en torno al altar familias procedentes de distintos lugares, cada una con su andadura, sus vivencias, sus esperanzas, pero todas un pilar común que es el que da sentido a nuestra presencia aquí, a nuestras vidas y nuestros proyectos: Cristo. Él es quien nos invita a ponernos en camino redoblando nuestros esfuerzos por cambiar el mundo.

Él es quien nos convoca para celebrar, compartir, orar y tomar decisiones como una gran familia unida.

En un tiempo en que las palabras compromiso, dedicación, fe no están de moda, estamos aquí, cada uno, porque nos ha seducido Su llamada;

Estamos aquí, Iglesia en marcha, porque en nuestro día a día necesitamos la fuerza y la luz que nacen de Su palabra;

Estamos aquí, como Movimiento Familia Albertiana, porque identificados con el carisma de madre Alberta, queremos ahondar en su testimonio y en su compromiso social y ser también nosotros modelo de familia creyente, dispuesta a superarse día a día para seguir las huellas de Jesús.

No dejemos pasar de largo esta ocasión para el encuentro con los otros, para el discernimiento, para la celebración de la fe.

ACTO PENITENCIAL 

Oración colecta 

Concédenos, Dios omnipotente y eterno, que los que con gozo veneramos la intacta virginidad de la Virgen María, logremos, por su intercesión, la limpieza del cuerpo y del alma. Por nuestro Señor Jesucristo.

Lecturas del día si es domingo. 

Lecturas del día de la Pureza u otras…

Primera Lectura:

En comparación de la sabiduría, tuve en nada la riqueza

Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7 11

Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría.

La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza.

No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro.

La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso.

Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.

 

Salmo responsorial: 89

R. “Sácianos de tu misericordia, Señor. 

Y toda nuestra vida será alegría.”

 

Enséñanos a calcular nuestros años,

para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?

Ten compasión de tus siervos.

R. “Sácianos de tu misericordia, Señor. 

Y toda nuestra vida será alegría.”

 

Por la mañana sácianos de tu misericordia,

y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

Dános alegría, por los días en que nos afligiste,

por los años en que sufrimos desdichas.

R. “Sácianos de tu misericordia, Señor. 

Y toda nuestra vida será alegría.”

 

Que tus siervos vean tu acción,

y sus hijos tu gloria.

Baje a nosotros la bondad del Señor

y haga prósperas las obras de nuestras manos.

R. “Sácianos de tu misericordia, Señor. 

Y toda nuestra vida será alegría.”

 

Segunda Lectura:

“La palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazón”

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12-13

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. juzga los deseos e intenciones del corazón.

 

No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

 

Evangelio: ”Vende lo que tienes y sígueme”

Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 10, 17-30

 

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:

«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»

Jesús le contestó:

«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.

Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»

Él replicó:

«Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»

Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo:

«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.»

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

«¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»

Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió:

«Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»

Ellos se espantaron y comentaban:

«Entonces, ¿quién puede salvarse?»

Jesús se les quedó mirando. y les dijo:

«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»

Pedro se puso a decirle:

«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»

Jesús dijo:

«Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones- , y en la edad futura, vida eterna.»

 

Homilía 

ACTO DEL COMPROMISO 

Monición 

A continuación los miembros que van a hacer el compromiso se ponen en pie ante el Altar. Toda la Asamblea recitamos el Credo apostólico como expresión de nuestra comunión en la fe. Recitar con fe el Credo

es entrar en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, es entrar también en comunión con toda la Iglesia que nos transmite la fe y en el seno de la cual creemos. A continuación sabiéndose miembros de la Iglesia pronunciarán la fórmula del compromiso.

 

Credo apostólico 

Toda la Asamblea recita el Credo apostólico

 

Fórmula del Compromiso 

En pie, ante el altar se pronuncia la fórmula de compromiso, que la primera vez cada uno la pronuncia de manera individual (si son muchos se lee la fórmula conjunta pero el cada uno dice su nombre de forma ordenada). Si se tratase de renovación se puede hacer conjunta.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, acompañado por mi comunidad y en comunión con la Iglesia, yo__________________, sintiéndome llamado por el Señor según el carisma de las religiosas de la Pureza de María, libremente me comprometo a ser miembro activo del Movimiento Familia Albertiana, con sinceridad, rectitud y entrega. Procuraré crecer espiritualmente, vivir mi compromiso apostólico y mi formación permanente en la fe, según el Proyecto de Vida. 

Pido a Dios, por intercesión de Santa María, Virgen de la Pureza, que me dé la luz y la fortaleza que necesito para ser fiel a esta alianza. Amén. 

 

Los que han hecho el compromiso siguen en pie ante el Altar.

Preces

– «Te pedimos Señor por la Familia Albertiana para que iluminados por tu Espíritu y guiados por tu Madre, María, seamos luz para contagiar la esperanza cristiana al mundo. Roguemos al Señor.»

– «Te pedimos Señor para que la fuerza de Madre Alberta, su coraje, bondad y capacidad de servicio a pesar de las adversidades, nos sirva de ejemplo de vida e irradie a todos los que formamos esta gran familia del Pureza de María para lograr ser las personas que ella esperaba que fuésemos. Roguemos al Señor.»

 

– «Señor te pedimos por todas las personas que sufren; por los enfermos, los que necesitan nuestras oraciones; los discapacitados, los pobres, los huérfanos, por los que no tienen trabajo y por tanta gente que necesita de tu amor. Dales Tú la fuerza y la esperanza para vivir con PAZ estas adversidades. Roguemos al Señor.»

 

– «Señor, te pedimos por todos los cristianos para que seamos miembros activos de la Iglesia. Alimenta en nuestros corazones el compromiso de ser luz y testimonio vivo del Evangelio, siendo servidores de los demás y llevando Tu Palabra a los que no te conocen. Roguemos al Señor.»

 

-«Por la Iglesia, continuadora en la Historia de la misión de Jesús. Por el Papa, los Obispos, Sacerdotes y Diáconos, para que su Ministerio de servicio y amor sea ejemplo para todos los creyentes, referencia para todos los hombres de bien y germen de inquietud para toda la humanidad. Roguemos al Señor.»

 

-«Por nuestros hermanos en Cristo de las Iglesias perseguidas, por los cristianos de China, Siria, Cuba, Malí, Niger, y tantos países, donde el compromiso de seguimiento implica jugarse hasta la vida. Que esta entrega y amor de tantos cristianos anónimos nos mueva a perseverar en medio de las cambiantes circunstancias que la vida nos presenta y a ellos el Espíritu Santo los bendiga con la fortaleza, el valor y la alegría. Roguemos al Señor.»

Oración de bendición 

Los que hacen los compromisos pueden recibir arrodillados como signo de acogida del Espíritu Santo.

Concede, Señor, que tus fieles, por la fuerza de tu bendición, se dispongan interiormente al bien, para que realicen todas sus obras fortalecidos y movidos por tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén

Todos se sientan para continuar con la Liturgia Eucarística

 

LITURGIA EUCARÍSTICA

Ofertorio 

– Pan y vino

«Te ofrecemos Señor este pan y este vino, símbolos de nuestra nueva familia y alimento de nuestra unión.»

– Corazones

«Madre Alberta tenía un GRAN corazón. Ella es la responsable de que hoy estemos aquí todos reunidos. Por eso, Señor te ofrecemos nuestros corazones, como ella lo hizo, y que representan nuestros anhelos, nuestras ilusiones, nuestros proyectos, nuestro amor, siempre a tu lado. Gracias Madre Alberta por haber unido todos nuestros corazones hacia el Señor.»

– Mapa

«Señor, te ofrecemos este mapa que simboliza hasta dónde, a través de las hermanas de la Pureza de María, ha llegado la llamada que nos has hecho de seguirte y de hacer apostolado allá donde estemos y de acuerdo a nuestras circunstancias.»

-«Señor, este fin de semana hemos fortalecido los lazos de unión de los que formamos el movimiento de Familia Albertiana de España. Te pedimos constancia y entusiasmo para continuar con nuestro trabajo en comunidad; y te ofrecemos nuestro amor, alegría y esperanza porque ser alegres nos llena de vida.»

-«Que en todos los lugares de América y África donde Madre Alberta está presente se contagien de la misma alegría y deseo que hoy ofrecemos para seguir a Jesús dentro de Familia Albertiana.»

– Ladrillos

«Te ofrecemos Señor estos ladrillos como símbolo de nuestro proceso de construcción y que nuestra fe en ti y el ejemplo de Madre Alberta sea la argamasa que nos una.»

Oración sobre las ofrendas 

El amor y la gracia de tu Hijo, hecho hombre por nosotros sea nuestro socorro, Señor; y el que al nacer de la Virgen no menoscabó la integridad de su Madre, sino que la santificó, nos libre del peso de nuestros pecados y vuelva así aceptable nuestra ofrenda delante de tus ojos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Prefacio. María, imagen purísima de la Iglesia

Continúa la celebración como de ordinario

Oración después de la comunión 

Al recibir estos sacramentos, Señor, imploramos tu bondad, que los que veneramos la pureza de la Virgen María, merezcamos, gracias a su protección maternal, hacernos partícipes del banquete eterno. Por Jesucristo nuestro Señor.

Bendición final

Monición final y besamanos 

Madre de la Pureza no queremos terminar esta celebración sin hacer el besamanos, como nos enseñó La Madre. Eres PUREZA, eres la «Llena de gracia», que al acoger con tu «sí» los proyectos del Creador, nos abriste el camino de la salvación. Enséñanos a pronunciar también nosotros, siguiendo tu ejemplo, nuestro «sí» a la voluntad del Señor.

Un «sí» que se une a tu «sí» sin reservas y sin sombras, que el Padre quiso necesitar para engendrar al Hombre nuevo, Cristo, único Salvador del mundo y de la historia.

Danos la valentía para decir «no» a los engaños del poder, del dinero y del placer; a las ganancias ilícitas, a la corrupción y a la hipocresía, al egoísmo y a la violencia.

Virgen «llena de gracia», muéstrate Madre tierna y solícita con esta comunidad tuya, para que el auténtico espíritu evangélico anime y oriente nuestro compromiso. Amén.