08 Jul Diario de viaje 12: Lo que significa Venezuela
La labor que hacen las hermanas en estos centros de Cumaná y Caracas es magnífica. No son centros nuestros, son de Fe y Alegría, una institución de los jesuitas, que está extendida en 27 países de América Latina. Tienen la misma filosofía: “implantar centros en los barrios donde termina el asfalto”. El gobierno paga a los profesores, algunos de los cuales educan en estas escuelas como opción de vida. Llevan una magnífica organización para poder abarcar tanto. Dan mucha formación a todos los mandos: directores, coordinadores, responsables de calidad, profesores…Nosotras estamos en estos centros como directores titulares, pero bajo su dirección y gracias a tantos religiosos que trabajamos en estas escuelas, se puede llegar a tanta gente que si no permanecería analfabeta. La miseria es mucha.
Fe y Alegría es quien construye los centros. Les pagan la luz y el agua. Les pagan a las hermanas el mismo sueldo que a los demás. Continuamente tienen sus reuniones de coordinación a todos los niveles. Ellas están muy contentas porque ven la labor que pueden hacer, a pesar de tener todo enrejado porque, sino siempre hay robos.
Para que os hagáis una idea:
- El sueldo de un educador, del escalafón que sea, (igual que la de un médico) es de 15.000 bolívares + 13.000 bolívares (esto solo puede ser para alimentación, farmacia y limpieza).
- Un pollo en matadero cuesta 3.500 bolívares
- 4.700 cuesta un kilo de carne.
- Un kilo de queso (el más barato) , 2.100
- Una barra de pan: 300 bolívares
- ½ kilo de pasta, 2.500
- Un kilo de salsa de Kechup, 3.800. Ayer lo vimos en un supermercado a 10.000 bolívares.
NO HAY:
Azúcar, pañales para los niños, leche, jabón de lavar, huevos, papel, papel higiénico, compresas… La harina de maíz escasea mucho y es la base de su alimentación, casi como nuestro pan…
Si alguna vez se encuentra algo, los precios se disparan:
- La leche en polvo cuesta 5000 un kilo.
- 500 hojas de papel, 4700.
- Unos zapatos están entre 10.000 y 15.000 bolívares y unas deportivas sencillas cuestan 18.000 bolívares.
- Un cartucho de fotocopiadora nuevo de 400.020 a 560.020
- Sacarse la VISA cuesta 21.000 bolívares más que la semana anterior (no sé lo que costaba antes).
- En los Colegios privados el coste mínimo mensual es de 7.000 al mes.
- En Fe y Alegría los alumnos han pagado este curso 116 al mes y para el curso próximo serán 580 al mes. Estos precios los pone el Gobierno, que es quien paga a los profesores. ¿Quién va a poder pagar esta subida?
- Se han subido los sueldos a todos los trabajadores de limpieza y ramos semejantes, todos los demás están congelados desde hace tiempo. Hace meses prometieron un incremento de 5000 bolívares a los educadores y esto no llega nunca. Se están preparando manifestaciones de protesta. Cobran más los empleados de limpieza que los profesores de universidad, y no digamos los de las escuelas…
Cuando llegué al aeropuerto de Venezuela, en la cola para la aduana, me dijo una señora que estaba delante de mí: “hermana, de ¿qué congregación es Vd?” Le dije: de “Pureza de María”. Pero aquí no nos conocen por este nombre, porque los colegios en los que trabajamos se llaman Fe y Alegría. Y cuando le dije: “Fe y Alegría”. Dijo: “Ay, hermana, esto es lo mejor que le ha podido pasar a este país”.
La situación de Venezuela me sigue golpeando. La tarde que llegué cenamos arepas, a la mañana siguiente, desayunamos arepas, comimos arepas y cenamos empanadillas rellenas de cebollín y pescado hechas con la misma pasta de las arepas, harina de maíz, que, por cierto, estaban buenísimas. Y así cada día. Es lo que hay de momento. El pan no se puede comprar por lo caro que es, cuando se encuentra. Yo les comenté a las hermanas que se les va a quedar el estómago como una arepa, menos mal que les gusta…
Encontré, en la lectura de san Pablo del domingo pasado, dos frases que me venían estupendas para este momento final: “Lejos de mí gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”. Así es, no porque haya tenido la gran oportunidad de venir a estos países y convivir y compartir con mis hermanas, no porque haya podido animarles con la exposiciones de la Madre, no porque tenga la satisfacción de haberles traído cosas necesarias, no porque… nada de esto vale, nada debe enorgullecerme, porque además si todo ha salido tan bien, no ha sido por mi debilidad, ni por mi persona, sino por Él, que lo ha querido. ¡Bien lo sé!
La segunda frase del Evangelio de Lucas era: “Poneos en camino”! Esto es también lo que estamos haciendo en MFA y, que en América, ha sido, en esta ocasión, bien palpable: “En camino”, en marcha, sin mirar atrás, adelante, nos van uniendo muchos lazos… y América ¡ya está en camino!
Todos podemos, si queremos, “dejarnos en sus manos”, ¡saldremos ganando!
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