31 May Oración del 3 de junio
Nunca, como hoy, el mundo vacío
necesita llenarse de algo.
No permitas, Señor, que tu Cuerpo se haga invisible
después de haberte multiplicado
en la gran mesa de tus invitados.
No permitas, Señor, que tu Sangre
quede paralizada por la vergüenza
y la falta de valentía, de aquellos
que decimos creer y seguirte.
No permitas, Señor,
que tu Palabra quede enmudecida
por otras que son falsas y que no conducen a nada.
¡Quédate, Señor, con nosotros!
Sin tu Eucaristía, el corazón se enfría
Sin tu Palabra, el pensamiento
se racionaliza y endurece
Sin tu presencia, se hace menos fraterno
y más egoísta el caminar de cada jornada
¡Quédate, Señor, con nosotros!
Bendícenos en esta mañana radiante y jubilosa
Penétranos con un nuevo afán evangelizador
Llénanos de vitalidad evangélica
Danos y auméntanos el gusto por la Eucaristía
¡Quédate, Señor, con nosotros!
Haz que, cada plaza y cada calle,
por donde Tú hoy caminas
sean una llamada a no dormir
el mensaje de salvación que nos traes.
– Señor, quédate con nosotros porque…
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