17 Oct VII ENCUENTRO NACIONAL MFA
JUNTOS CRECEMOS EN EL ESPÍRITU
Ha sido posible reencontrarnos. Parecía que no llegaría el momento de compartir en fraternidad todo lo que guardábamos en el corazón, pero llegó el pasado fin de semana (7-9 de octubre) y el VII Encuentro Nacional de MFA se celebró -¡con qué alegría!- en Madrid, reuniendo a familias de los diferentes colegio de la Pureza en España.
Gracias es lo primero que brota de quienes hemos podido compartir estos días: gracias a quienes han sido sede de acogida, a quienes han cambiado sus planes para dejarse llevar por el Plan de Dios en su vida. Gracias a quienes han recorrido tantos kilómetros sacrificando horas de descanso y comodidad, a quienes han optado por servir, por participar, por implicarse para seguir haciendo familia. Gracias a las hermanas de la Pureza por acompañar y promover el movimiento, por ser una vez más el reflejo de la propuesta de Jesús “mirad cómo se aman”. Gracias por orar con nosotros y por nosotros. Gracias a J. M. Olaizola sj. por invitarnos a la esperanza, por acoger nuestras inquietudes y al Padre Andrés Huertas por celebrar la Eucaristía del compromiso con todos.
Compromiso es la otra gran palabra que nos llevamos de estos días: compromiso de quienes deciden caminar a la luz del Evangelio con el carisma de Madre Alberta, de quienes “gastan” su tiempo para aportar solidez al movimiento, para atender a las necesidades de todos o para acompañar las búsquedas personales. Compromiso al que estamos llamados como creyentes que proyectan la vida “más en las obras que en las palabras” y compromiso eclesial de caminar en sinodalidad, en armonía, en unidad… dispuestos a invitar y acoger a todos aquellos que anhelan un encuentro con Dios y un sentido para su vida.
A los abrazos tan esperados del viernes siguieron momentos de oración meditada, cantada, comunitaria, y también tiempos de reflexión de la mano de J.M Rodríguez Olaizola sj., que nos ayudó a ahondar en la ESPERANZA en un mundo profundamente herido, especialmente tras la pandemia y nos propuso una actitud capaz de transformar nuestra relación con todo y todos: la GRATITUD. El eco de sus palabras ha resonado todo el fin de semana en los grupos de conversación, en las oraciones y en las propuestas. Las palabras de hna. Elisa nos invitan a caminar a la luz de un Evangelio que presenta una mirada nueva sobre todas las cosas: una mirada de reconocimiento por tanto bien recibido, por tanta oportunidad para la esperanza.
El plan de formación de MFA no viene sino a poner el foco en estas actitudes. Nos anima a trabajar unidos en torno al carisma de Madre Alberta, a dar testimonio de nuestra búsqueda y de las propuestas del Evangelio en la vida cotidiana, a crecer en relación con Dios y apoyarnos firmemente en el fundamento de nuestra fe, a prepararnos para ser verdaderamente solidarios con quienes reclaman el abrazo y la ayuda.
La fiesta, la risa, los juegos que también caracterizan a los encuentros nacionales de MFA son expresión de una vida familiar que se sabe plena en el encuentro y en la relación. La alegría y la música son el fruto del agradecimiento y del cariño de unos por otros. La distancia no es una traba cuando nos sentimos en comunión y con esa certeza hemos podido despedirnos el domingo, seguros de que compartimos fraternidad en torno a Jesús y de que la Virgen de la Pureza nos acompaña en los retos que el devenir plantea al movimiento.
MFA MADRID
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