12 Nov Oración del 16 de noviembre
Hijo mío que estás en la tierra,
yo santifico tu nombre porque te amo y te conozco;
estás en mis planes desde antes de nacer…
No estás solo porque yo habito en ti
Haz que tu vida sea
el mejor reflejo de mi nombre.
Hijo mío que estás en la tierra
deseo que vivas mi Reino, por eso me encarné en Jesús
para enseñaros a vivirlo desde la vida misma.
Adéntrate en él
en cada paso que des,
en cada decisión que tomes,
en cada caricia y cada gesto.
Constrúyelo tú por mí, y conmigo.
Esa es mi voluntad
en la tierra y en el cielo.
Hijo mío que estás en la tierra,
toma el pan cada día,
consciente de que es un privilegio y un milagro.
Hijo mío que estás en la tierra,
aprende a perdonar como yo te perdono
tus errores, tus caídas, tus abandonos,
antes incluso de que los cometas;
haz tú lo mismo con la fragilidad de tus hermanos.
sin rencores, con generosidad.
Hijo que estás en la tierra,
lucha para seguir
el camino correcto en la vida,
que yo estaré a tu lado.
No tengas miedo,
que el mal no ha de tener en tu vida
la última palabra…
Hijo mío que estás en la tierra
recuerda y nunca olvides que
TE AMO
Amén.
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