Peregrinación mariana
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Peregrinación mariana

El pasado domingo 21 de Mayo los tres MFA de la Comunidad Valenciana: Grao. Ontinyent y Cid, nos reunimos,  en este mes de la Virgen, para compartir la ya clásica peregrinación mariana. En esta ocasión nos dirigimos al Santuario de la Verge del Castell de Agres en Alicante.

Una vez estuvimos todos  en el colegio de Ontinyent, salimos hacia Alfafara. Allí tras una bella oración inicial preparada por Grao,  iniciamos nuestro camino. La pendiente era muy pronunciada, pero el recorrido se hizo muy agradable por la compañía: caminábamos hablando, riendo, comiendo cerezas, disfrutando del espectacular paisaje  y de las frescas aguas de las fuentes de la zona. Los niños, como es habitual, nos dieron una lección de lo que se consigue con constancia, el más peque Biel, de tres años, llegó al Santuario por su propio pie, cuando los demás estábamos sin aliento.

Ya en la capilla dedicada a la Verge del Castell  celebramos la Eucaristía que preparó Ontinyent. El sacerdote agradeció nuestra presencia como movimiento de la Pureza en nombre de la Virgen. Hasta parecía que Ella nos sonreía. Al finalizar la misa nos hicimos la tradicional foto de grupo en la escalinata de entrada.

A continuación en unas mesas de picnic de la arboleda que rodea esta iglesia, comimos en familia y compartimos lo que cada uno había preparado. Daba gusto ver a  niños y mayores  disfrutar juntos.

Por último jugamos al PASAMARÍA, preparado por el grupo Samaria de MFA-Cid, adultos como público y niños y voluntarios  como concursantes. Los dos equipos “Purezos” y “Agrios” aprendimos muchas cosas sobre la Virgen, aunque también hubo sana competencia… Y el público, que se había dedicado sólo  a animar, no se libró de responder a un rosco, que puso a prueba sus conocimientos marianos. Como premio final para todos, una estampa muy tierna de María en la que escribimos el nombre de alguien por quien rezar y que intercambiamos junto con el compromiso de orar por esa persona.

Para finalizar, la oración final  que había preparado Grao en un precioso tríptico.

Besos, abrazos y palabras de despedida…y deseos de volvernos a ver muy pronto.

Mil gracias a Ontinyent, anfitrión de este inolvidable día, por el trabajo y tiempo  dedicado a la organización.

Estos momentos vividos son los que nos hacen sentir una verdadera familia. Lazos más fuertes incluso que los de sangre, pues son  el Señor, la Virgen y Madre Alberta quienes nos unen.

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