16 May Oración del 20 de mayo

Padre, gracias porque SIEMPRE ESTÁS CONMIGO,

cuando me engendraste en tu corazón,

Tu amor SIEMPRE CONMIGO.

Cuando me pusiste sobre una tierra creada para mí,

Tu naturaleza y protección divina SIEMPRE CONMIGO.

Cuando me regalaste una familia maravillosa,

Tu calor y ternura SIEMPRE CONMIGO.

Cuando me pusiste en Familia Albertiana,

Tu compañía, y ayuda a caminar según Tu Voluntad, SIEMPRE CONMIGO.

Cuando me muestras que todos somos Hijos amados,

y que deseas la felicidad de cada uno de nosotros,

Tu amor fraternal y sentido de pertenencia SIEMPRE CONMIGO.

Cuando he conocido el sufrimiento y el daño que provoca el pecado,

Tu misericordia reparadora SIEMPRE CONMIGO.

Cuando envías a Tu Hijo Jesús a mostrarme la Verdad, y

a disponer mi corazón al amor desinteresado,

Tu acción salvadora SIEMPRE CONMIGO.

Cuando he experimentado la enfermedad y debilidad del cuerpo humano,

Tu alivio y caricia SIEMPRE CONMIGO.

Cuando por mi ceguera me siento solo, perdido y temeroso,

Tu Luz anunciadora del Evangelio SIEMPRE CONMIGO.

Cuando he vivido la marcha de un ser querido,

Tu abrazo de esperanza y consuelo SIEMPRE CONMIGO.

Cada beso, servicio, abrazo, cariño, gesto de amor que doy y recibo,

lo experimento en un corazón que te pertenece, que no es mío.

Alabado seas Padre porque nací de Tu corazón,

porque mis raíces están en el cielo,

y porque algún día bajo Tu regazo podré abrazarte y presentarte mi amor.